La Vía Francigena, que de Canterbury llevaba a Roma, es un camino que comprende varias rutas y senderos utilizados por los peregrinos que viajaban hasta Roma. Fue sobre todo al principio del segundo milenio que Europa fue recorrida por una multitud de almas "en búsqueda de su Perdido Hogar Celestial".
Esta ruta testimonia la importancia de la peregrinación en la Edad Media: había que hacer el camino principalmente a pie (por razones penitenciales) recorriendo una distancia de 20 a 25 kilómetros diarios, y tenía fundamentalmente un significado devocional: la peregrinación a los lugares santos de la religión cristiana.Tres eran los centros de atracción de esta la humanidad en peregrinación: en primer lugar Roma, paraje del martirio de los Santos Pedro y Pablo; Santiago de Compostela, ciudad que el apóstol Santiago eligió para descansar en paz y obviamente Jerusalén en Tierra Santa. El peregrino no viajaba solo sino en grupo, y llevaba consigo las insignias de la peregrinación (la concha de Santiago de Compostela, la cruz de Jerusalén, la llave de la Basílica de San Pedro en Roma). Hay que añadir que estas rutas de peregrinación fueron al mismo tiempo intensas rutas comerciales y que también eran recorridas por los ejércitos en sus desplazamientos. | ![]() |
La Via Francigena, que atraviesa el territorio francés, del cual recibe el nombre, se identifica hoy en día con la peregrinación de Canterbury a Roma que el arzobispo de Canterbury realizó en el año 990.
El tramo toscano comprende 394 km, comienza cerca del Passo (Puerto) de la Cisa y en Ponte a Rigo entra en región Lazio, cruzando parajes excepcional belleza y ciudades importantes, algunas de las cuales nacieron y se desarrollaron gracias a esta Ruta.